En el Mental Research Institute de Palo Alto (California) con Watzlawick a la cabeza se propuso un enfoque dentro de la llamada Terapia Familiar Sistémica consistente en que las soluciones intentadas para resolver una situación de conflicto son precisamente las que mantienen el problema que los lleva a terapia o por decirlo de otra forma, consideran que una dificultad se llega a convertir en un verdadero problema cuando a esa dificultad se le da una solución y esta no da resultado, pero a pesar de ello se vuelve a aplicar incrementándola aún más.
La estrategia general para la solución del problema es hacer que el cliente abandone su solución intentada proponiéndole al mismo tiempo otra respuesta para solucionar su problema, generalmente esta nueva solución tiene que ser exactamente contraria (un giro de 180°) a las soluciones intentadas del cliente o consultante.
En el Coaching, y especialmente el Coaching con PNL que modela este tipo de intervenciones, el coach ha de seguir las siguientes directrices
- Plantear los objetivos a lograr durante el proceso siendo estos concretos y tangibles, (conductas observables).
- Así mismo el cliente debe elegir un cambio mínimo para ir alcanzando los objetivos que se perseguirán durante el proceso de coaching, con la intención de que este cambio mínimo crezca y se expanda en la situación que mantiene el problema.
- Se aplica la estrategia de dar un giro de 180° que se mencionó anteriormente.
- Ante esa estrategia es necesario que el coach use el lenguaje, la postura y los valores del consultante a manera de encuadre (sintonizar con el cliente o rapport), para con ello aplicar de manera correcta la prescripción o tarea que lleva la estrategia de 180°.
- Por último el coach debe evitar al máximo las confrontaciones con el cliente con el que ha de hacer equipo, dejando a éste que marque la agenda.